Que te
dejaste recorrer por mis tibias manos.
Que poco a
poco se deslizaban por tu piel callada.
Que te
hacían gemir de amor.
Pero tu
prudente solo vivías todo.
Recuerdo
que mis besos.
Llegaron a
tu ombligo.
Donde se
divide tu bello cuerpo.
Parecía un
manantial seco.
Luego subí
a donde latía tu corazón.
Tu pecho
cual selva hermosa.
Dejaba que
me cobijara sobre el.
Se
desbordaba mi alma de pasión.
Luego se
juntaron nuestros cuerpos.
Se
entregaron con amor.
Sus besos
iban y venían.
Sus
caricias solo excitaban a mas amor.
Se sello
todo con un gran gemido.
Que
terminaron extasiados.
Luego en
un lecho.
Todo fue
un recuerdo.
YOLANDA
ESGUERRA.
BOGOTA-COLOMBIA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario